Política
Exclusivo de NOVA

Conspiración en Avellaneda: legislador de Milei usa el club Independiente para vender cursos y salta la Ley de Ética

El diputado bonaerense de La Libertad Avanza (LLA), Sebastián Pascual.

Un nuevo escándalo político sacude a la Legislatura bonaerense y tiene como protagonista al diputado de La Libertad Avanza (LLA), Sebastián Pascual, quien, lejos de representar el "cambio" que pregona su espacio, estaría tejiendo acuerdos en las sombras con dirigentes de distintos sectores políticos y usando su banca para favorecer negocios personales.

Según pudo saber este medio, Claudio Yapura y Gastón Gugliotta, asesores de Pascual, le organizan reuniones fuera de agenda con actores políticos de peso: nada menos que Nicolás Russo de Unión por la Patria (UxP) y Néstor Grindetti de Propuesta Republicana (PRO), en encuentros que se dan de manera sistemática y fuera del radar oficial.

Pero lo más explosivo ocurre en Avellaneda, más precisamente en la sede social del Club Atlético Independiente (Avenida Mitre 470), donde Pascual ha mantenido múltiples reuniones privadas con Grindetti, actual presidente del club y referente del PRO.

¿El objetivo? No discutir fútbol, sino promover la venta de cursos de Generación T, una empresa orientada a la industria IT que maneja el propio Pascual junto a Yapura y Gugliotta.

La trama es grave: la utilización de una institución deportiva y de vínculos políticos transversales para beneficiar directamente a una empresa propia viola flagrantemente los principios de la Ley de Ética en la Función Pública, que impide a los funcionarios servirse de su cargo para obtener réditos económicos personales.

Mientras el oficialismo y la oposición se enfrentan en discursos encendidos, Pascual parece moverse como pez en el agua entre ambos bandos, operando en la penumbra para cerrar negocios en nombre del emprendedurismo, pero a costa de la ética y la transparencia que deberían regir la vida pública.

¿Hasta dónde llegará esta red de favores disfrazados de gestión? ¿Y qué rol juega Grindetti al prestar el histórico club de Avellaneda como escenario de estas operaciones? El silencio de los protagonistas no hace más que alimentar el escándalo.

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