El gremialista violador despertó de la siesta al Senado provincial
Una denuncia que parecía que podía cajonearse comenzó a despertar de la siesta al trabajo legislativo que disfrutaba del calor del verano bonaerense y donde los principales dirigentes pasan sus días en la costa Atlántica.
Es que el fiscal penal de La Plata, Juan Cruz Condomí Alcorta, notificó de la formación del expediente judicial e imputó a un dirigente gremial en una causa que investiga el abuso sexual denunciado por una trabajadora del Senado bonaerense.
Se trata de una mujer, cuya identidad resguardaremos, quien señaló que fue ultrajada en una de las oficinas de la Legislatura por uno de los referentes gremiales que tiene el paraguas de Fabiola Mosquera.
Según el expediente judicial al que accedió NOVA, la mujer de 53 años estaba en una de las oficinas del Anexo del Senado bonaerense, que está repleto de agentes de seguridad, y realizó un ataque sexual sin mediar palabra.
Según el testimonio de la víctima, el gremialista -con iniciales MF-, hombre que estaba en las altas esferas de la seguridad del Palacio del Senado y que se fue a trabajar con el entonces senador Jorge D´Onofrio, se presentó completamente desnudo en la oficina donde, sin mediar palabra, le refregó los genitales por el cuerpo y la cara al grito de “agarrá que ando re caliente”.
En el testimonio, la víctima aduce que MF le gritaba que tenía problemas con su esposa y que “quería coger porque ando con ganas de tener sexo porque no me atienden en casa”.
Si bien el hecho ocurrió hace años atrás, la víctima pudo testificar una vez que vio la caída de quien protegía al implicado, el ahora exministro de Transporte, Jorge D´Onofrio. Aunque se certificó que desconocía de la causa, la víctima temía por su continuidad laboral. Incluso, en su declaración, aduce haber pedido ayuda en la Dirección de Género de la Cámara Alta, aunque los protocolos no sirvieron para acompañar el proceso.
El testimonio de la víctima aduce que el gremialista “tenía protección” porque “hay varias demandas administrativas internas, aunque mantiene la protección del sindicato, que tapa todo”.
“Después de tantas denuncias que quedaron cajoneadas. Después de la Oficina de Género, que nunca hizo nada más que buscar soluciones positivas para los denunciados. Después de que muchas mujeres y hombres que sufrieron amenazas y aprietes por las mismas personas no hayan seguido sus denuncias por miedo a quedarse sin trabajo o no poder acceder a las horas extras. Después de todo esto al fin alguien se anima a ir más lejos, a decirle basta a esta clase de personas”, escribió la víctima en una carta.
En el Senado aducen que ya tomaron cartas en el asunto, aunque el gremio niega que exista un problema de la magnitud que denuncian judicialmente y creen que se trata de una intención “de manchar a la Secretaría General” por sus intenciones de participar en las próximas elecciones legislativas.