Empieza el juego de la silla y nadie quiere quedar parado: ¿Cómo se reconfigura el poder en la Legislatura bonaerense?

Un peronismo disperso, la ruptura de Juntos y los libertarios de La Libertad Avanza quieren dar el salto, ese es el escenario que vive la Provincia de Buenos Aires de cara a la renovación de las 23 bancas del Senado y las 46 que corresponden a la Cámara de Diputados.
Mientras el gobernador, Axel Kicillof, diseña la estrategia que lo llevará al desdoblamiento, varios pesos pesados pueden dejar la Legislatura en diciembre.
Vamos camino a la suspensión de las PASO para las elecciones nacionales y el desdoblamiento en la Provincia de Buenos Aires. Consumados esos movimientos, a Cristina no le va a quedar otra alternativa que ser candidata a diputada nacional por la Provincia. Ya te lo firmo.
— Víctor (@madonnaquiroz7) February 3, 2025
Mientras todos miran lo que opinan los intendentes por la reelección indefinida, hay legisladores que buscan apurar algunas definiciones para saber cómo van a encarar el próximo año electoral. Algunos, de mucho peso político, deberán decir adiós, aunque no asome que haya otro lugar donde desembarquen.
En Unión por la Patria, la cuestión pasa por ver a quién reporta cada legisladora que se va. Por un lado, pone en juego 19 de las 37 bancas en Diputados, mientras que en el Senado habrá 10 bancas peronistas que deben renovarse sobre las 21 que hoy se mantienen bajo el comando de Teresa García.
El hombre de mayor peso que tiene el oficialismo es Carlos “Cuto” Moreno. El hombre que acompañó a Néstor Kirchner desde el principio deberá esperar las definiciones que tome la Legislatura si accede a modificar la ley que limita los cargos electivos.
Moreno es la principal espada de Axel Kicillof en la Legislatura. Deposita en él el diálogo con los distintos sectores de Unión por la Patria para avanzar en las discusiones que el Ejecutivo cree indispensables.
Otro de los que se va de peso es uno de los diputados que podría votar en contra de un posible proyecto que elimine la reelección. Se trata del massista Nicolás Russo, una de las espadas de Sergio Massa y que deberá dejar su banca por la inhabilitación de la normativa.
En el peronismo no kicillofista pasa lo mismo, aunque esta vez en el Senado. La jefa de la bancada, Teresa García, debe dejar su banca que alternó cuando fue ministra, aunque con este escenario, no podría integrar una lista para las bancas legislativas. Mismo es el caso de Luis Vivona, senador que responde a Leonardo Nardini, hombre que busca colarse en la pelea por la Gobernación bonaerense en 2027. Sin embargo, Vivona apela a la sucesión de dirigentes y no tendría reparo en dejar su banca.
El segundo bloque que más pone en juego es el PRO, donde en Diputados deberá renovar 8 de las 13 bancas que tiene y 4 de las 9 que tiene en el Senado. El que deberá dejar la banca es el jefe de bancada, Matías Ranzini. El hombre que responde a Cristian Ritondo tendrá que dejar su bancada y hay quienes especulan con un espacio en el Congreso.
Otro diputado que responde a un peso pesado es Adrián Urreli, de Lanús y que sigue respondiendo a Néstor Grindetti. Ambos están en sintonía con la postura partidaria de no dar la discusión legislativa por la baja de la Ley Vidal.
En el filo, la senadora libertaria que se mantiene en el bloque PRO, Daniela Reich, debe dejar su banca y no podrá ser reelecta. La esposa de Diego Valenzuela apela a quedarse como jefa de gabinete de su municipio para que el intendente de Tres de Febrero apueste todo a la campaña electoral que busca encabezar para 2027 y reemplazar a Kicillof.
Las dos bancadas del radicalismo no van a mejorar. La oficialista de UCR + Cambio Federal pone en juego 4 de las 8 bancas de Diputados, mientras que en el Senado deberá renovar 7 de las 8 bancas. Toda una odisea deberá vivir en un escenario adverso. Mientras que Acuerdo Cívico, UCR + GEN pondrá en juego 6 de las 7 bancas.
Uno de los que asiste a las discusiones de fondo es Emiliano Balbín quién debe dejar su lugar en el recinto. El nieto del histórico dirigente radical sufre de una ley con la que no concuerda, aunque el debate interno dentro del partido centenario todavía no está saldado.
Otro peso pesado es Agustín Máspoli, el senador de Chacabuco que se encarga de las negociaciones con el oficialismo y comanda el bloque UCR + Cambio Federal. Alejandro Celillo corre el mismo problema y dejará el Senado en un año, con la renovación de las nuevas autoridades.
Por el lado de los libertarios, La Libertad Avanza pone en juego 5 de 13 diputados, mientras que en el Senado deberá poner 2 de las 4 bancas como potencial renovación. Lo cierto es que las aspiraciones liberales hacen que superen ese número y puedan tener bloques más importantes en el próximo tablero legislativo.
El otro sector libertario, que son considerados como los libertarios blue de Unión, Renovación y Fe deberá renovar una banca de las 9 que hoy mantiene en Diputados, aunque en el Senado deberá esperar al 2027 para modificar su tablero.
Otros bloques menores también pondrán en juego bancas en Diputados. La Coalición Cívica buscará renovar una banca, mientras que el Frente de Izquierda y los Trabajadores tiene los dos legisladores que ponen en juego sus bancas.