Pablo Buchbinder, el marplatense que conquistó el Everest a los 62 años





En un logro que desafió los límites de la edad y demostró el poder de la perseverancia, Pablo Buchbinder, un experimentado montañista de Mar del Plata, se convirtió recientemente en el argentino más longevo en alcanzar la cima del Monte Everest.
Con 62 años, Buchbinder coronó el sueño de toda una vida el pasado mes de mayo, llevando consigo una historia de resiliencia y pasión por las alturas.
Una vida dedicada a la montaña
Desde 1982, Buchbinder ha dedicado su vida al montañismo. Comenzó escalando roca en su ciudad natal y más tarde amplió sus habilidades en escalada en hielo en Bariloche.
Su primer gran desafío fue el Aconcagua, el pico más alto de América, que escaló por primera vez en 1989 y que repetiría en otras tres ocasiones.
El camino de Buchbinder no ha estado exento de dificultades. En 2006, sufrió un grave accidente en el Nevado de Famatina (La Rioja), donde cayó en una grieta y estuvo en coma. Este episodio marcó un punto de inflexión en su vida, llevándolo a replantear sus prioridades y colocar su bienestar personal por encima del trabajo.
El sueño del Everest
El Everest fue siempre su objetivo máximo. Durante años, cada vez que alguien le preguntaba en el gimnasio por sus metas, Buchbinder respondía: “El Everest”. Aunque a menudo despertó incredulidad, su determinación nunca flaqueó.
En abril de este año, viajó a Katmandú y comenzó el arduo proceso de aclimatación y entrenamiento en el Campo Base. Finalmente, el 21 de mayo a las 8:30 de la mañana, tras semanas de esfuerzo, alcanzó la cima del mundo.
“Cuando llegué a la cumbre, me abrazé con mis sherpas y rompí en llanto. No podía creerlo. Lo primero que hice fue llamar a mis hijos y decirles: ‘Estoy en la cima del mundo’”, relató emocionado.
Superviviente de una tragedia
Además de sus logros, Buchbinder también ha sabido esquivar la adversidad. Hace seis meses, estuvo a pocos metros de la cumbre del Cerro Marmolejo (6100 msnm) en la Cordillera de los Andes cuando tres de sus compañeros, incluido su amigo y guía Ignacio "Nacho" Lucero, fallecieron debido a condiciones extremas. Buchbinder había decidido regresar antes, intuición que le salvó la vida.
Un ejemplo de inspiración
A sus 62 años, Pablo Buchbinder demuestra que la edad no es un límite cuando se cuenta con experiencia, preparación y un espíritu inquebrantable. Su travesía al Everest es una prueba de que los sueños más ambiciosos pueden lograrse con esfuerzo y pasión.
“Quizá no tengo la potencia de un joven de 30, pero tengo la experiencia y la cabeza”, afirma Buchbinder, quien sigue mirando hacia nuevas cimas que conquistar. Su historia inspira no solo a montañistas, sino a todos aquellos que se atreven a desafiar lo imposible.