Política
Armado difícil

Pareja es resistido en la mayoría de los 135 municipios bonaerenses para comandar el espacio provincial de Milei

La figura de Sebastián Pareja no convence para enfilar nombres detrás con el fin de armar la coalición de cara al futuro. (Dibujo: NOVA)

A pesar de la insistencia de imponer con fórceps la figura de Sebastián Pareja como armador de la provincia de Buenos Aires, a instancias de la presión de los primos Martín Menem y Eduardo "Lule" Menem (supuesta pareja de Karina Milei); el lomense no logra enfilar tras de sí a todos los protagonistas de la coalición que llevo a Javier Milei a la Presidencia.

La debilidad era manifiesta desde el minuto cero, la que mostraba el, por aquellos días, candidato Milei en el territorio bonaerense, sumado al distanciamiento fugaz de José Luis Espert (actual diputado que había elegido a Horacio Rodríguez Larreta, ante el agravamiento de las disputas internas de la Unión del Centro Democrático, que le aportaba el sello partidario).

Ante la negativa del ex legislador por Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Eugenio Casielles, de continuar con el armado mileista, es el mismo quien acerca a Carlos Kikuchi, mientras que el distrito bonaerense quedaba en manos de Sebastián Pareja, un ignoto abogado relacionado a los Menem desde los '90, ahora ligado a "Lule".

Pareja, sin la envergadura política necesaria para encarar semejante tarea, comenzó a rodearse de personajes locales de dudosa procedencia ideológica; todo sobre un manto de sospechas sobre la venta de candidaturas.

Se acercaban las PASO, y Pareja no lograba ser elegido como candidato a gobernador bonaerense, por la cúpula mileista, el otrora cadete del estudio de los Menem en los '90, más tarde mandadero de Emilio Monzó, ni siquiera pudo llegar a la presidencia del Club Atlético San Lorenzo de Almagro (CASLA), por falta de apoyo financiero.

Se trata de un tosco abogado, egresado de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), sin el menor roce político, encolumnado en el rancio Partido Justicialista (PJ) bonaerense, que llego tarde a la repartija. Todo lo que lo rodea es de la misma calaña, y ni siquiera el aventón de los Menem podrá ponerlo en carrera. 

A penas logrado el triunfo de Javier Milei, las quejas contra el armado de Pareja (que había fracasado rotundamente en toda la provincia de Buenos Aires); comenzaron a hacerse más que evidentes.

Desde todas las seccionales y de todos los distritos con peso electoral se comenzaron a alzar las voces de disconformidad con las extravagancias de Sebastián Pareja, dejando afuera a la gente que hasta ese momento había puesto el cuerpo y los recursos para que Milei fuera Presidente.

Primero alejó a los libertarios (cientos de militantes liberales sin filiación política alguna), después hizo lo mismo con el Partido Demócrata), del cual Victoria Villarruel llegaba como presidente de la provincia de Buenos Aires y aún continúa afiliada.

Pareja observa como peligro para sus intereses el rearmado político del PD en todo el país, a pesar de las tropelías de Aníbal Lionti y Carlos Onteiro; apoderados de partido en la provincia de Buenos Aires. Son hoy los que deben rendir cuentas ante la justicia electoral por la no presentación de la documentación necesaria, como parte de la alianza que llevo a la presidencia a Javier Milei.

La estrategia de Pareja consiste en alejar de la conducción de los distritos a todas las personas que signifiquen una amenaza para sus vanas pretensiones de ser gobernador de la provincia, y así desplazo a los que su inseguridad manifiesta le transmite desconfianza. 

Él y sus secuaces tales como Juan Esteban OsabaAlejandro CarrancioLuciano Emanuel OliveraRamón VeraCarlos Curestis y otros se han movido como "un elefante en un bazar", destruyendo todo a su paso y colocando a personas de dudosa reputación en las delegaciones de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSeS), el Programa de Atención Médica Integral (PAMI) y otras reparticiones publicas.

Con los concejales electos que no les respondían, el método de captación ha sido la coacción y las promesas vacías de contenido. El ego y las ambiciones políticas desmedidas de Sebastián Pareja chocarán de frente con los resultados de las elecciones intermedias del año entrante, si es que la cúpula mileista no cambia a tiempo y deja en manos de quienes verdaderamente evocan las ideas de la libertad.

Un párrafo aparte para los Menem, que todavía no han logrado siquiera asentarse en su provincia natal La Rioja, pero hoy se mostraban en el operativo de afiliación en el Partido de Morón; en medio de la parafernalia ritualista del peronismo, con bombos, disfraces y gente arriada.

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