La historia viviente
En Rosario

Presentan "Paisajes del pasado", un libro que aborda la historia obrera de Berisso

Los autores, Mirta Lobato y Daniel James, se valieron de lugares, calles, fotos, testimonios y cartas para documentar la memoria de la ciudad considerada como el “kilómetro 0 del peronismo”.

Este miércoles, en la Biblioteca Argentina de la ciudad de Rosario, los historiadores Mirta Lobato y Daniel James presentarán su nuevo libro “Paisajes del pasado. Relatos e imágenes de una comunidad obrera”, una publicación en la que indagan en la memoria de la ciudad de Berisso, considerada por muchos como el “kilómetro 0” del peronismo.

El 17 de octubre de 1945, la ciudad de Berisso se volvió icónica porque cientos de trabajadores y trabajadoras de la industria cárnica partieron hacia la Plaza de Mayo para reclamar por Juan Domingo Perón. Sin embargo, su historia es mucho más rica porque los frigoríficos y sus puertos cobijaron a miles de inmigrantes de ultramar y migrantes de otras provincias.

En los años 70, esa comunidad obrera perdió su principal fuente de trabajo dando lugar a la desocupación y a nuevas cuestiones del presente. Según publica el medio La Capital, unos años más tarde llegaron allí los historiadores Mirta Zaída Lobato y Daniel James para investigar sobre el trabajo en las fábricas cárnicas y sobre la Resistencia peronista. Hacia fines de los años 90, dieron vida al proyecto “Berisso obrero” como un “espacio abierto a múltiples interrogantes sobre trabajo, relaciones de género, prácticas políticas y sindicales, comunidad y memoria”. Al andar fueron incorporando nuevas cuestiones “como el lugar de los objetos en la construcción de identidades y el papel de los fragmentos en la reflexión sobre el pasado”.

Lugares, calles, fotos, testimonios, cartas y otras cosas les sirvieron para dar forma, también mucho tiempo más tarde, a su nuevo libro Paisajes del pasado. Relatos e imágenes de una comunidad obrera, un texto que aborda justamente a la historia de esa ciudad y su gente desde distintos enfoques. Este miércoles 24 de julio, a las 18, los autores presentarán este libro en la Biblioteca Argentina (Pasaje Álvarez 1550) con la participación de Agustina Prieto y Maricel Bertolo.

Postales

Relata el diario La Capital que cuando Daniel James estaba investigando el peronismo y la resistencia peronista hacia fines de los 70, se orientó hacia Berisso, se contactó con Cipriano Reyes y terminó conociendo a María Roldán. El resultado fueron los libros Resistencia e integración en el que el autor de una manera innovadora reconstruye los años del posperonismo, y Doña María, en el que desde la historia oral analiza el testimonio de una militante y dirigente obrera peronista de “La Carne” de esa ciudad.

De modo paralelo, Mirta Zaída Lobato indagó en los archivos de empresas frigoríficas y escribió La vida en las fábricas: Trabajo, protesta y política en una comunidad obrera, Berisso (1904-1970) en el que justamente estudia la relación entre la ciudad y las fábricas. Un punto de encuentro en la ciudad y en la comunidad obrera -que es posible que también haya dado origen a Paisajes del pasado y a su primer capítulo- es la calle Nueva York en la que se encontraban las fábricas y el movimiento social que éstas generaron como fondas, pensiones, bares y otros negocios, así como también hogares.

“En el capítulo uno, la calle Nueva York puede ser vista como el gran escenario de la vida cotidiana de Berisso, donde la escenografía, a través de planos concéntricos se extiende más allá de sus propios límites físicos e incorpora los bordes conformando una unidad especial”, explican los autores.

Este espacio de memoria y arteria clave de la geografía urbana de Berisso, fue abordado desde múltiples perspectivas como su nombre, que intentó ser cambiado, los frentes de sus casas, sus negocios y las memorias, entre las que destaca la del actor Lito Cruz, que se crió en el bar de su padre justamente en esa calle.

Idas y venidas

¿Cómo ordenar ese multifacético entramado de historias y memorias que hacen al pasado de Berisso y su gente? Los autores tomaron como herramienta el montaje cinematográfico para poder conjugar distintos elementos que hacen a esa historia.

En el segundo y tercer capítulo, James y Lobato reconstruyen las historias de los inmigrantes, ucranianos y croatas, y los migrantes, santiagueños, que con su esfuerzo dieron vida a la Beriso obrera. En el capítulo 2, un largo recorrido a partir de testimonios orales, fotografías y cartas permitió “ampliar la escenografía”, según expresan los autores ampliando el foco hasta la actual Ucrania y Canadá en conexión con nuestro país.

De qué manera reconstruyen sus identidades aquellos que partieron de lugares en los que los cambios políticos fueron variando es una cuestión que atraviesa este capítulo. Por ejemplo: ¿eran polacos o ucranianos? Otro elemento de análisis son las fotos que se enviaban entre familiares, ¿qué sugieren? ¿qué les transmitían a sus parientes? ¿qué nos dicen a nosotros en el presente? Sumado a esto, un conjunto de casi un centenar de cartas familiares sirve a James y Lobato para reconstruir las vidas de aquellos que partieron desde sus pueblos natales a América, tanto a Canadá como a la Argentina, por ejemplo, según recuenta el diario La Capital.

En el caso de los migrantes santiagueños, los objetos de análisis fueron similares pero los autores pudieron recorrer los lugares de origen, hablar con los que quedaron y también con los que se fueron en busca de trabajo a Berisso.

“Nosotros nos movimos entre los parajes de Atamisqui y Loreto en Santiago del Estero y la ciudad de Berisso. Entre una localidad donde reinaban las catedrales del corned beef y los parajes donde la gente se dedicaba a la agricultura de riego, cuando los canales la posibilitaban”, expresan James y Lobato señalando que se encontraron con una “cultura de la migración” que para ellos significa “el mundo de lo moderno, donde la racionalidad económica y la explotación basada en relaciones impersonales son moneda corriente y dominante”.

Peronismo e inmigración

Qué memoria, cómo recuerdan los habitantes de Berisso y de qué manera resignifican su pasado son los tópicos que se abordan en el cuarto capítulo llamado “Narraciones comunitarias: patrimonio, museos y fiestas”. Mirta y Daniel, en una de sus notas escribieron que “un lugar no se conoce hasta no haberlo vivido en el mayor número de dimensiones” y en Paisajes del pasado apuntan hacia ese objetivo del que reflexionan el ese cuarto capítulo.

“Vivimos entre su gente, nos perdimos en sus calles, hablamos con vecinos y juntamos tantos papeles que no sabemos qué hacer con ellos. Participamos de fiestas y reuniones, comimos kepis, varénickes, locro y empanadas santiagueñas, tomamos licor de rosas y vino de la costa y, cada vez que fuimos al Museo 1871, nos recibieron con amabilidad”, expresan los autores, tal como publicó el diario La Capital.

Berisso brinda un lugar especial a su pasado. Desde la “ebullición conmemorativa” y el “culto a los antepasados”, surgido en los años 90, con la Fiesta Provincial del Inmigrante, hasta el modo de recordar el drama de las empresas cerradas y sus instalaciones abandonadas.

Por último, los historiadores indagan en qué rol jugaron el Centro Cívico, el Museo 1871, las fotografías, los “mediadores” entre el presente y el pasado, entre otras cosas en la conformación de las “figuras nemónicas potentes y perdurables”.

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